Piel de Luna

Relato nocturno de un domingo a la madrugada cuando no podía conciliar el sueño.


PIEL DE LUNA


¿Quién alguna vez no se ha sentido solo?¿Quién no ha estado perdido? Seguro vos te lo preguntaste, si, aquel domingo de madrugada cuando estabas mirando el techo, te acordas? No querías dormirte porque no querías despertarte y volver a repetir la misma rutina. Estabas cansado, te acordas? El día cada vez me cansa más y el sol quema cada vez más fuerte.
Por eso a mí siempre me gustó más la noche, porque además de que mi mente se apaga por un rato, sé que puedo abrir la ventana y mirarla. 
Nunca vi algo más lindo que ella, y flasheando un poco descubrí que muchos de nosotros tenemos piel de luna. Si, piel de luna, porque somos brillo, somos fases. 

Somos esto, necesitamos quien nos preste un poquito de luz. Pero más importante, somos quienes entendemos que no podemos brillar apagando a otros. 
Somos un cuarto menguante en momentos de vulnerabilidad y una luna llena en un abrazo. A veces la luna me recuerda que estoy completa. Me lleno, me vacío pero siempre siempre vuelvo a brillar.
Estamos rotos, lleno de imperfecciones, al igual que la luna y sus cráteres. Pero aún así es hermosa, y lo más lindo que vi. Somos piel de luna. Sos piel de luna.




De Agustina Lacava para Ahre

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